De este modo se proporciona una superficie de 7.000 metros cuadrados dividida en tres plantas para el desarrollo de nuevas tecnologías. El comienzo de la construcción se prevé para el año 2018, mientras que se calcula terminar en 2020. En la última etapa, la fábrica piloto empleará a aproximadamente 25 personas, ofrecerá un espacio con condiciones de producción lo más realistas posibles y alcanzará una capacidad productiva de al menos 500 toneladas por año. Los costes ascienden a alrededor de 16 millones de euros.

En el marco de la primera etapa de desarrollo, la planta de investigación destinada a la producción tecnológica del proceso de estructuras ligeras de polímeros se expandirá a través de extrusión inteligente, composición, moldeo por inyección, así como tecnologías de reciclaje y reaprovechamiento.